De entrada, mi
respuesta inmediata es que natural, por supuesto!.
No hace mucho oí una
discusión al respecto, y lo curioso es que la persona que defendía los árboles
de Navidad sintéticos argumentaba que son más ecológicos y que así no se daña a
la Naturaleza.
Evidentemente eso es
un error de bulto, propiciado seguramente por la falta de información sobre la
procedencia de los árboles que se usan para ser adornados en esta época del año
(Abies Nordmaniana y Picea, abeto y pino como especies más usadas ) y por la
manipulación de que el término ecológico está siendo objeto, llevando muchas
veces a confusiones como esta.
*Los árboles
naturales, los que se venden con sus raíces en cepellón o en maceta, proceden
de vivero, y a su vez de producciones controladas y dedicadas precisamente a
eso, a ser árboles de Navidad. Donde un árbol se quita, se planta otro para
años futuros, y mientras están plantados, están liberando oxígeno a la
atmósfera y eliminando CO2, ayudando así a reducir el efecto invernadero.
Lo que hay que
evitar por todos los medios posibles, es comprar los árboles que puedan haber
sido cortados para venderlos como árboles de Navidad.
Por el contrario,
los árboles artificiales habrán necesitado de procesos químicos para su
fabricación, posiblemente expulsando CO2 a la atmósfera.
*Mientras están
decorando , si se cuidan correctamente, los árboles naturales seguirán estando
vivos de manera que también estarán purificando el aire del entorno en que lo
hayamos colocado.
*Una vez acabadas
las fiestas navideñas, el árbol natural puede mantenerse vivo en la terraza o
en el jardín; si se tiene la oportunidad, sería estupendo poderlo plantar en
una zona arbolada haciendo un buen hoyo para que entren todas sus raíces y
sujetando bien la tierra alrededor para darle estabilidad.
Los árboles
artificiales, si se desechan, suponiendo que se reciclaran, harían necesario un
proceso que supondría la emisión de gases a la atmósfera. Sino, serán un
residuo plástico no biodegradable en algún vertedero. Lo normal es que quien se
decide por un árbol artificial, por el motivo que sea, lo guarde durante muchos
años.
Si nuestro árbol
natural ha sobrevivido, y no podemos mantenerlo en casa, lo podemos llevar a
centros de recogida que existen en la mayoría de las ciudades. Si está en buen
estado posiblemente lo plantarán de nuevo, y sino pasará a formar parte de una
biomasa que se utilizará como compost o como combustible.